CÓMO VIVIRÉ MAÑANA



una vez escuché que las cicatrices nos recuerdan que el pasado fué real.

¿Cuántas veces uno es capaz de equivocarse?

Es fácil: todas las veces que sea posible. Y si fuese posible que por cada error quedara una marca en los brazos , a algunos les faltarían brazos y hasta los dedos de los pies los tendrían marcados. Hay qué ver cuanto miedo se tiene a las marcas.

Yo me equivoqué medio a medio y me encontré con Bukowski como se encuentra uno con un puño en la cara: de improviso y sin posibilidad de esquivarlo.




DE "FRAGMENTOS DE UN CUADERNO MANCHADO CON VINO"


CÓMO VIVIRÉ MAÑANA



"Estoy aquí sentado, borracho, preguntándome cómo y dónde viviré mañana. El callejón no es sitio para un hombre que ansía la intimidad de sus pensamientos. Dicen que soy un buen poeta y manejo bien el pincel, y recibo cartas perfumadas de mujeres lejanas, pero estoy preparado para los cuervos contra el sol de mi razón, mientras escucho a Rachmáninov en la radio que mañana tengo que empeñar, te digo que somos todos locos e inadaptados y los funcionarios de la universidad que enseñan poesía desde las ventanas de campus tranquilos y polvorientos nada saben de estas paredes ni de las caseras del sur de Hollywood ni de los rostros destrozados en los callejones donde las palabras de Rimbaud o Rilke no valen ni cinco centavos, donde todo el amor del hombre y la vida no llegan siquiera a rollos de papel que aletean como nuestras sábanas, no llegan siquiera a las ratas que nos conocen y comparten nuestras callejas, nuestras pequeñas derrotas de las que nadie ha oído hablar”.


Charles Bukowski